Yo ya miré a todos los cielos amatorios.
No observé hastío ni fatiga al amar.
Al principio, como origen, el deseo; al final
la muerte de los amantes saturados de sí.
Y qué es ese amor, sin el inherente miedo atroz?

Yo no he visto al amor. No sé si existe aquél,
sólo creo en el amar, y por tal finalidad
me decido a amar muchas veces sin temor a ser amado;
he vivido tal locura y he construido mi propia muerte,
el que no muere nunca es ese amor, el desconocido.

Yo ya amé. Es posible llamar a la muerte ahora?
Pronto ella me alcanzará porque es compañía del amor.
Amarga así es su existencia: Cómo podrá motivarme a amar,
si de amor voy a morir? Decido que amaré muriendo
pues de conocer que hay otra vida, yo seguiría amando.

Tengo que amar a lo prohibido y a lo conocido,
es una exigencia de mi naturaleza. También diré
que he matado a lo conocido para mantener
vivo a lo prohibido: No diré más.
Amor es lo pasivo, lo inactivo, amar es transgresión!

Voy ahora a exiliarme del apócrifo amor;
yo ya miré a todos los cielos amatorios.
Su vida y final están siempre bajo el mismo telón,
por alternativa tengo, hoy, mirar al cielo real y montar
en alguna figura nubosa que me aleje de tí y de aquél amor...

07/17/2024

Posted on 07/17/2024
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