También en invierno existen los días calientes.
Excepciones a la incomodidad de tu frío cariño,
como hoy, que muestras tu amor extendido lleno de inmadurez;
arbitrario y suave, un aguardiente de jazmines imposibles.

Hoy, sin saberlo, cuando había aceptado la complejidad
de la baja temperatura, la persistencia del sol
le arrebata unos grados al mediodía con su ambición,
y en el fatuo existir de este día, tu transpiración respiro.

Así, me di cuenta tarde que hacía calor y de que era diciembre,
que llovía sobre mi cuerpo sin haber nubes, sólo estaba
tu femenina humanidad, que hacía las veces de cúmulo mate
con zonas de brillo por las cuales, extraordinaria, soltabas tu lluvia.

Es invierno y los días calientes no duran mucho!
Vuelvo al atardecer a cubrirme contra la helada intemperie.
Evitaré nocturno subir al techo a admirar a mí luna brillante.
Mañana al mediodía, aprovecharé los pronosticados 13 grados
exteriores para recordarte, espontánea y húmeda, exactamente como hoy...

05/26/2024

Author's Note: Un pendiente.

Posted on 05/26/2024
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