Es posible que hayan sido los gatos
quienes por la noche bajan a danzar
y a mover las piedras de mi jardín,
donde hayan complacencia en sus travesuras.

También creo posible, que sean ellos
y no yo, los culpables de hacer que
mi solaz nocturno, se vea interrumpido
por pequeñas voces que se introducen,
forzadas, en mis sueños que se extinguen...

Fueron los gatos inefables, quienes
perspicaces, supongo, mueven las cosas para
que me empeñe en reordenarlas, para que me enoje
al ubicarlas de nuevo en su sitio y llore.

De tanto pensarlo llego a conclusiones lógicas:

Ellos movieron tus fotos abrazándome!
el libro que nunca leo pero que lo prefiero ahí!
desordenaron las piedritas blancas que me dejaste
y la verdad objetiva que me hiciste creer!

Uno, atrajo con su garra instantánea al temor olvidado,
y la risa al recordar al temor olvidado!
otro prendió con sus uñas tu servilleta bordada, colocada
cuidadosamente y después la arrojó al suelo, pienso...

Bajan por la noche, en sigilo, danzando al silencio;
son los gatos, creo, el pinto y el blanco los lideres,
el parchado heterocromo les sigue, y el gris azulado avisa,
a ellos los vigila mi oído atento, pero el sueño me vence,

Y sueño con ellos...

08/23/2023

Author's Note: Para tí, que también me sueñas.

Posted on 08/23/2023
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