En este año no quise recordar a los muertos.
No quise pensar en ustedes, familia del Mictlán.
Bebí de esta vida demasiado y su sabor me saturó.
No tuve de sobra fuerza para traspasar mi pasado.

Recordé las horas de lluvia contra la ventana,
e imagine a los "Cuatro Caminos" como humedales
con potencial de recorrer. Seguí con la vida que llevo
y también abandoné otros sueños...

No lo sufro demasiado. Vengo afilando con argumentos
a la causa vacua, a la deslealtad incomoda,
al propio y muy querido vacío interior al que me aferro,
y al sucedáneo de excusa para hacerme de cuenta que estoy vivo.

Sí. Existo por la anhelada humanidad que instituyo en mí,
bandera del comicio al que asisto diurno, para definir
si elijo seguir feliz como pretendo, o me empiezo a buscar
una muerte instantánea. Ésa que me va a alcanzar después del hoy.

En esto me faculté durante un año!
No recordé en este tiempo a la familia del Mictlán,
ni se integró mi nombre junto a sus nombres...
Y no morí.

11/07/2018

Posted on 11/07/2018
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