Al solaz de tus bajos apetitos cae,
La ninfa solitaria,
El ánimo desapercibido,
La inasible estirpe del deseo encubierto.
Sola, superas a las entidades bienhechoras.

Tú, descarnada en los bestiales impulsos
eres bella, como objeto de tu pueril
accionar corpóreo.
No haces. Te deshaces carnal, en tu humedad
previa, inmarcesible, irresistible.

Marginal absoluta,
huye voluntaria a la espantosa vía
inclemente, a ser considerada
herramienta que te vuelva propósito.

Solo existen de ti los miembros
con finalidad sean asibles:
martillo, llave, desarmador, lija
hilo, agujero o broca.

Qué te entronice bautismal
la humedad excesiva de tu sexo
y te nombre instantánea según
el sentido que te emplea al gusto ajeno

Y seas bendita en el prolapso del
menor de tus orificios, por ventura
de tu sacrificio al deseo incesante,
por ventura de la más triste canción
de tu corazón...

Por incertidumbre, estalles
en el orgasmo continuo que es principio
y es fin, de tu vivir enajenado en precipicio.
Qué te olviden todos, al solaz de tu
inmerecido, atroz y delicioso castigo.

08/24/2017

Posted on 08/24/2017
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