Qué bellos somos!
Descarnados y ubicuos,
en muerte y en recuerdo,
acariciados por lo blanco

Nueva nuestra postura,
elegante y ridícula
imposible creer que la raíz
de un árbol nos dio coherencia

Allí en la muerte nuestra,
ni el pájaro nos silva
ni la redada del sol nos ahuyenta,
protegidos la tierra nos detenta

Y de esta muerte
no se salvarán los enamorados,
los mestizos creyentes,
los marinos perdidos,
las almas agnósticas
ni tampoco los guerreros que crean
que hay mas vida después de
esta vida vinculada al Mictlan

Son hermosos nuestros huesos,
los que impúdicos se desnudan
de la tierra, aparecen al camino
y su calavera calva saluda al viajero

Es hermosa nuestra temporada en la muerte,
cuando el ultimo vivo en recordarnos muera,
el universo clamará por nosotros.
Ni el nombre ni el polvo nos perteneció!

11/02/2016

Posted on 11/03/2016
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