Han llegado tus besos,
como llega el calor hambriento al pan,
la ceniza del carboncillo a su braza reposa;
llegan tus besos a marinar mi boca,
la piel angosta que sabe del besar se reconoce.

Llega ansiosa después de la espera,
la erección conquistada con ternura,
el abrazo imberbe ahora adolescente;
el flujo continuo, el tuyo y el mío,
y la iridiscente llama de cualquiera de los ojos
a la luz de una vela, en el rincón de un café.

El mar de abrojos desecado, la llama de pasión
lo decantó
Llegan tus besos como la espuma corona a la cerveza,
suave descansar de un labio sobre otro.
Vienen de adentro, del liquido amor.

09/12/2011

Author's Note: Para mi mujer. En el tiempo y en la penumbra solos.

Posted on 09/12/2011
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