Voy a escribir mis pasiones por tí,
esta noche.
Ahora, que sé que sueñas,
para que en la mañana sepas
cuando tus manos
tomen mis papeles,
que también pienso en tí
mientras duermes.


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Qué fue del hacer,
del hacer imaginario?
Aquel que nuestra piel enchinó
cuando lo recordábamos a futuro.
Los anhelos del vivir en sueños,
aquellos sueños de lanzarnos al vuelo,
de vivir juntos.
Recordarás que vivimos juntos,
ya desde hace años en el corazón?
Qué más vamos a anhelar pues?
A nuestro presente sólo le falta
el desayuno con pan y mantequilla,
la cena de las diez pm antes de dormir,
el beso nocturno con las manos calientes,
y no olvidar dejar a nuestro perro
agua de beber. Para soñar tranquilos
que nuestra vida seguirá perfecta.

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Yo te desayuno con un
"Qué estarás haciendo ahora?"
Salpimentando tu sabor
con el disgusto por las aflicciones
del día anterior.
Me bebo como un guardián
tu sonrisa meridiana
de regreso al trabajo;
tan viva que me deja satisfecho
a la hora de comer.
El beso diario y lunado
lo tendrás, te lo prometo.
Sólo faltará que le pongas nombre
a la mascota que cuidará del hogar
mientras soñamos los sueños
que serán perfectos.
Que no serán de otro modo
pues serán tranquilos los nuestros.

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Después de la tibia llovizna
me ha venido el sobresalto...
Veo un relámpago, escucho el trueno.
Me asusta.
Se genera en un ángulo indescriptible
de mi interior el temor a perderte...
Dónde me herirá la traición del destino,
en el cuerpo o en el alma?
Allá, en el frío monte de la serranía
en una larga ausencia?

Si mis sentimientos
no llegaran a volver contigo
después de tanto llamarlos,
Dónde me habré perdido?
No lo quiera mi Dios!
Si por un error no enmendable
se entristeciera por mí tu amor,
ay de mí, mejor perezca yo en ese instante!

Y si un día, de todos mis días,
tu corazón agota su amor por tanto quererme,
me vendrá bien recordarte
antes de despedirme de tí,
que te seguiré amando
aunque ya no me quieras,
como dice la antigua canción...

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Hoy soy muy feliz porque me conoces,
sabes cuando soy un hombre y cuando
soy un niño. De mis temores sabes.
Se que experimentas conmigo
un programa más ambicioso que el deseo.
Y de que la Luna habla, mejor ni hablar:
Bien conocido por mí es su rayo parlante
que interpretas nocturna,
en los éxtasis de frases poéticas
que siempre me guían, como a Moisés,
en las tierras desconocidas e infinitas
de tu universo femenino.

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Y ahora que se que duermes,
quisiera justo en este instante
que tus manos acariciaran primero mis papeles.
No mis manos o mi rostro
ni cuanto haya de mi cuerpo,
sino solamente estas hojas,
que recogieron lo que se derramó de mí
en las letras que marcaron su blancura
mientras sueñas.

05/22/2010

Author's Note: Para Lulú

Posted on 05/22/2010
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