Un pedazo,
un río en tramos de cascada,
un derecho erótico a punto de
explotar;
lo breve del desear morderte,
un remanso volitivo,
un labio inferior
voy a besar(te).

Colgada de tus aretes de pintas largas
la sima concupiscente;
un oído poco atento,
la luz en lamparas progresada.
Por timidez en tu lejanía cohabita
el grito, la voz de mis voces
te grita.

Mucho deseo y desear,
infame!
No sabía que tienes los ojos negros,
que tu locura viene del hambre de tu vientre,
que el celo de tí es una canción,
no dulce ni agridulce,
amargosa como pétalo de algunas flores.

Un pedazo
un río desplomándose en cascada,
el mas hermoso labio en humedales.
Al filo de tus grandes aretes rio,
exhalo a tu oído poco atento,
te grito a voces, la voz de mis voces;
cohabita con la lejanía la negra luz de tus ojos.

Un pedazo
un río en tramos es cascada
un trozo de carne que es visible a simple vista;
el celo de tu boca a medias es canción.
Tu rostro reconoce por cima a tus orejas
ahí te penetro sin que me oigas,
en valle ondulante y lago
me hundo por la vista y me ahogo.


Un pedazo:
carne hablante que aniquila al corazón,
no dulce ni agridulce,
amargoso como pétalo de algunas flores.

03/26/2006

Posted on 03/26/2006
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