No merezco estar aquí,
ni allá, ni tras los lados
de ésta miserable celda.

Qué habré hecho para contar las
horas desde esta soledad?

Mi madre se estará preguntando
por qué no llego a bendecirle el corazón
con mi llegada...
Y yo que no tengo el aliento ni la libertad
para decirle al menos que me encuentro bien
y que todo esto pasará,
pues no merezco estar aquí.

Desde la oscuridad te recuerdo,
beso tu frente y camino a tu lado...

Maldigo la hora de mierda en que llegué aquí!
Por qué sigo en este máldito lugar,
lleno de orines y manchas alegres de bastardía?

Justo ahora no tengo certeza alguna
de volver a casa y ser libre de nuevo...

Qué era la libertad que yo tenía?

Desde esta celda te recuerdo y te veo.
No bien preocupada estés, vendrá alguien a decirte
que soy culpable y otras tantas cosas;
borrará tu esperanza, y al desengañarte de mí,
no me quieras por lo que me has querido
como hombre libre...

No soy culpable y tengo miedo.
Sólo cuento ahora con la fortuita amistad del celador
y de los fieles mosquitos
ansiosos de seguir a mi lado...

En nula libertad me mantengo libre en la palabra
y en fé espero. Siento todo como mío,
y ya no tengo mas dueños dentro de esta celda.
Désde donde ahora soy libre.

10/23/2005

Posted on 10/23/2005
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