Giovy by Oscar MartínezHoy por la tarde fuimos a enterrar a nuestro gato,
el que era todo negro y muy manso.
Elegimos el patio de una casa vacía
para que en su soledad maullara y nadie le oyera.
No hemos querido saber más de él...
Yo lo quería pues me hice amigo suyo.
Muchas veces sentí que eramos iguales,
por eso me simpatizaba.
Era de los que se iban bien lejos,
o se estaba apaciguando los ojos
de quienes le cuidábamos el sueño.
Creo que él nunca quiso pertenecer
a ningún lado, sin embargo, ya venia para acá
cuando lo alcanzó su muerte.
Empezó a seguirme un día...
En verdad creo que eramos iguales.
Yo no le puse nombre. No quise que mi querencia
embadurnara su hermoso y aterciopelado cuerpo negro,
y después me mirase culpándome por ello.
Aun así lo tuvo y se llamó como él quiso llamarse.
Entonces le permitimos la entrada a nuestra casa;
adoptamos su voz y sus bigotes negros y...
Por eso, me siento triste ahora.
02/27/2005 Posted on 02/27/2005 Copyright © 2024 Oscar Martínez
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