De cuando en cuando bebo mi propia sangre;
nace de ahí, angustioso, el relato del hambre que he padecido.
No me gana el tiempo por ir mas lejos:
Qué hallo contenido el deseo del sabor mas fresco

Y me encuentro con tu carne.
Objeto que infinito
me gana, al perforarlo, por comerle

Qué me pasa?

Obvio me inclino y en arranque bebo
lo que de la blanca y desnuda piel brota para mí

Dejo al melancolico aliento la vieja costumbre
de autoalimentarme;
ufano y blasfemo socializo en tu desnudez

Rojo y tibio:
Así espero se mezcle mi amor
por tí...

09/20/2003

Posted on 09/20/2003
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