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Maley

by Oscar Martínez


"Al poco tiempo de conocerte, supe que no eras para mí. Me dí cuenta al momento de caminar junto a ti el cinco de mayo pasado. La gente en su multitud te iba absorbiendo en tanto elevabas la voz para hacerte oír por mi, y lo desee; quise desaparecieras entre todos ellos. Ahí me harté de tu presencia y de tus consejos, como lo hice también del atrio de la iglesia de Santo Domingo atestado de palomas y de sus excrementos."

Ayer me presentaron a una mujer de nombre Malena. Me saludó con sus cabellos rubios que casi le cubrían los ojos. Me impresionó. Ella es la mujer que caza entre la selva. Adiviné su naturaleza pues recordé la imagen del jíbaro entre los matorrales, que aparece en la última portada del National Geographic, y al que solo se descubre porque sus ojos delatan su escondite. Brillan como diamantes y perforan el alma de su presa antes que su dardo letal.
"De entre tus cabellos se asoma tu mirada aguardiente Malena" -pienso, y permito tome mi mano y me conduzca a la galería adyacente del museo donde la he conocido. "Debo pedirte perdón, Oscar, en verdad deseo que me perdones por lo que te hice hace tiempo" -me dice y me desconcierta. Por qué habría de perdonarla si tiene minutos apenas que la conozco?. "En tu otra vida fuiste un perro y te trataba muy mal. Te tenia a la intemperie expuesto al sol sin cobijo de ninguna sombra. Te negaba el agua y la comida, y cuando llovía reía burlonamente de tu empapada suerte. Acostumbraba también acercarme a tí cuando mansamente bajabas la cabeza esperando algún cariño para empezar a golpearte sin misericordia. Por eso te pido perdón. Desde hace mucho tiempo te busco esperando a decírtelo. Sólo espero no te sigas sintiendo mal por todo eso". No se que sentir; al decirme esas cosas, mi mente fabrica imágenes: un pobre perro torturado y dejado morir seguramente de hambre. Me identifico de inmediato poniéndome en el lugar del animal y casi recuerdo a una mujer golpeando con un periódico enrollado mi hocico. Tengo ganas de morderla, desatar mi furia y arrancar de una sola tarascada aquella mano torturadora. Enfermo de ese instante la veo reír. Suelta tremendas carcajadas "te la creíste!" me grita, y en medio del estruendo de su risa, su saliva atomizada de ternura refresca mi rostro y desvanece mi rabia.
La absoluta credibilidad que tiene al decir la mas increíble de las mentiras, el intento de su delgado cuerpo pretendiendo hacerse gigante ante mi y su voz tan dulce, escinden el enrarecido aire del que nacen mis pensamientos cuando estoy junto a ella. Esta misma tarde la volví a ver. El día de hoy concluyo que Malena será mí Malena.

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-Dios mío, detén mi existencia en este instante, que no destruya el destino al segundo venidero. Protege de mi a mí amada, protege de mi...
"Todas las luces se han apagado, pero aún te distingo. Comienzas a pecar manteniéndote inerte, sentado en tu sillón favorito; de ahí la tundra atmósfera me cala los huesos: mis huesos se enfrían cuando no te mueves". Ella mira hacia los lados buscando abrigo en algún rincón; Malena le miente "salgamos pues aquí hace calor". Él se levanta y se aproxima hacia ella. Es una columna negra la que se inclina y besa sus dorados labios mientras le susurra: "No hay calor. Hace frío pues dejaste la ventana abierta, Maley". Ella se enfurece contra las sombras. Él reza para que no se vaya "Dios mio, detén mi existencia..." Malena entra en pánico. Alcanza a escuchar la invocacion y sale corriendo de la casa dejando la puerta abierta. Él vuelve a quedarse solo. Retorna a su sillón favorito, y agoniza.

"Sabes amor, no se como viví año y medio con él. Vagamente recuerdo la sensación de su cabello crespo entre mis senos" -me dice esta tarde Malena mientras yace a mi lado en la cama y recuerda a su anterior amante: "No le amé como te voy a amar a ti". Me viene ahora un recuerdo del pasado o de un futuro tangible, la sensación física o interna de una mujer que no se si he conocido pero de cuya existencia real me enteraré. Me parece abominable pero no es de Malena de quién poseo la intuición conoceré: Un ser en extremo femenino de piel blanca y pelo negro, viste blusas de color pastel y jeans ajustados. Nunca repite el mismo calzado. Son sandalias preferentemente las que elevan sus hermosos pies del suelo.
"En que piensas Oscarito?"

-Pero que carajo le hiciste?
-casi siempre la escucho hablar de otras personas... no sé!
-Creo que se te fué la paloma, amigo.
-ya volverá a mi mundo, aunque no esté conmigo
-que tenga ese rechazo por tí no es normal, tal vez nunca te quiso
-casi pudo hacerlo al principio, cuando yo no la quería. casi...
-Tengo miedo de ti y de lo que no haces Oscar. Cómo pudo el cielo inclinarse tanto y volverse un encierro?. Hay otros hombres, pero tu no estas entre ellos. Volveré a ser lo que era antes: solo yo!

"Pienso en ti, Malena, en que tu cabello es incesante; como las olas de mar hundido: Acaricia mis manos antes de ser acariciado por mí, cuando me sumerjo en cada mechón de sus rubias aguas" -le digo, mientras extiendo su cabellera sobre la almohada. Ya no es rubia. Malena se ha convertido espontaneamente en otra mujer. Por qué se me ocurre eso si la tuve en un instante?. El día de ayer deseaba tanto que me perteneciera, pero ahora no la deseo más. Creo que es porque en esta hora dejé de creer en ella al decirme "te amo". Quién puede amar a alguien en un solo día?

La mañana en que la engañé intenté comprar cigarros. Estuve desde temprano hasta el mediodía con Silvia sin fumar, pues esa chava detesta el aliento a tabaco. Ya como a la una de la tarde fui a pesear con Malena al centro histórico. Me pareció muy raro que ella se mantuviera todo el tiempo callada. Por más que levantaba la voz para sacarla de su silencio no conseguía arrancarle palabras a su boca y así se estuvo hasta que llegamos a su casa. No sé si me sospechaba por algo aunque nunca le dí excusa para hacerlo, mmm bueno... En serio hermanito, tenia muchas ganas de echarme un cigarrito. Fui solo a la tienda que esta cerca de su casa a comprar una cajetilla, después de eso regresé y la encontré llorando. Me dijo "esta muerto. Todo lo que sentía por ti ya no existe, esta muerto...". Me enfurecí tanto que la golpee con la mirada y en mis pensamientos. Me contuve. Cómo se atrevió ella a matar los sentimientos que me pertenecían? No le creí!. Eso fué hace una semana mas o menos, el cinco de mayo para ser exactos. Abrí la cajetilla saqué los cigarros y se los arrojé todos a la cara. "Y todavía hasta ando comprando de la pinche marca que te gusta!" Le grité. Busqué mis discos, los tomé y me fuí. No he vuelto a fumar desde entonces mi hermano. No me siento tan triste, tal vez ella encuentre a alguien que le crea cuando miente. Yo nunca le creí nada.

"Eres el humo de un cigarrillo que no fumo pero que he encendido. Ya no lloro por haber dejado de amarte. No eres mi primer poema. Por cada noche que soñé contigo, confío me traigan las flores el gusto por amar de nuevo. Me quedé con tu olor... Y tus propios sueños los dejaste tirados en el piso como los Viceroy blancos que me habías traído"


-A que no sabes Silvia, hoy amanecí con...
-y a mi que me dices esas cosas?
-eres mi mejor amiga, por eso te lo cuento
-ay Malena! no cambias...
Quisiera comprobarte que te quiero con mis ojos, mis besos, mis caricias, todo de mi! Sé que cuando te ame, serás el hombre mas féliz. A veces las mujeres necesitamos quién nos guíe en el hacer del mundo, sin embargo, yo te guío al placer; no es lo mas lindo que pueda haber? Tan solo sugerirte nuevos deseos me hace igual a tí amor. Te has quedado ensimismado de nuevo Oscar... qué deseas?


Antier me presentaron a una mujer de nombre Malena. Olvidé por completo qué me hizo desearla tanto. Es probable que su delgado cuerpo y sus hermosas nalgas me hayan impresionado al punto de perder la cabeza. Ella no debió permitirme llevarla a la cama al día siguiente de conocernos (estuvo increíble esa mujer!). Ahora que recuerdo bien, la primera vez que me acosté con una chava me enamoré perdidamente. Aun así no pasó mucho tiempo cuando me aburrí finalmente de aquella y empecé una relación con otra. Está bien, creo que exagero compadre! Nunca he mantenido relaciones firmes... tengo un ansía no sé de qué; debe ser por aquella mujer que no conozco o que no he conocido aun. Sin embargo también poseo la sensación como de miedo. Tengo miedo y no he podido salir de mi casa por eso. A la mejor tengo miedo de verla hoy de nuevo. Qué cosas raras provoca ella! Esa guera sí que podría lastimarme si quisiera. Sabes, creo que fui un perro en mi otra vida como dice Malena... estas ahí compadre? Te dormiste o ya colgaste grandísimo cabron!

Hay cosas que no me gustan de los hombres -qué cosas me digo ahora que estoy sola!-. Creo que aún no he querido a nadie, y es probable que no vaya a amar a este hombre que conocí antier. Deseo mirar en bosquejos todos los rostros y no apretar sus momentos para que muestren todo lo que ellos son. Casi estoy arrepentida de haber tenido intimidad con él. No sé... tal vez piense que seguiremos juntos mucho tiempo; y quién sabe si esté equivocado!

-Harteramente te respiro, siento y te dejo de sentir. Qué equivocacion si estamos solos motivando en lagunas al amor! Qué tontos si al imaginarnos juntos en el campo, nuestros ojos se mantienen chispeando pasto..."
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-Hola Malena! quise venir a vistarte, te extrañaba!
-Pasa, tenia muchas ganas de verte hoy, amor.



07/28/2003

Author's Note: Para la otra Malena, la que era de cabello negro.

Posted on 07/28/2003
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